Fue hace unos cinco años. Me sentía como muy sola en el campo sin un perro que me ladre. Y llevarme de Buenos Aires los ovejeros cada vez que viajara era un trastorno, además porque los ovejeros cumplen una función de guardia en la casa.
Llego una compañera de juego de Karen, Lucia, ofreciendo cachorros y me quedé con uno.
Pero quede con Lucia que cuando yo iba lo tenia en el campo y cuando nos volviamos a la ciudad yo le dejaba el alimento y ella lo cuidaba, hasta que fuera mas grande.
Y así fue que nos quedamos con Negri.
Luego cuando creció se quedaba en el campo y nos caseros lo cuidaban.
Lo encontro mi hija muerto en un campo vecino, cuando lo buscaban porque hacia un par de días que no aparecia. Algún desalmado lo mato a palos. Es increible que en un lugar tan tranquilo pueda haber alguien que haga estas cosas. Pero pasa...... Logicamente realicé una denuncia, porque el maltrato a los animales esta penado por la ley. Y Logicamente no pasó nada. Si no se preocupan por ser humano, mucho menos se van a preocupar por un perro.
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